100. La cárcel.
La sociedad entretejida en las redes religiosas, políticas, sociales y económicas, aunque no nos queda más remedio que subsistir en ella, sabemos que está corrompida y en plena decadencia y probamos que es insociable e injusta. Una sociedad con grandes dificultades para salir adelante con la vida y en la que se dan mayores diferencias entre las personas de distintas clases que las que se han conocido nunca.
En realidad esta situación es como para echarse a llorar.
Pero lo cierto es que para tratar de proteger de alguna manera de tanta perversidad social, las sociedades modernas hemos ideado un sistema por el cual a estas determinadas personas para que no se maleen con quienes estamos en sociedad, las llevamos a unos espacios a los que llamamos cárceles y las encerramos por un tiempo indeterminado.
Allí lejos de la sociedad no les falta de comer y entre los cuatro muros están mejor y protegidos de quienes estamos afuera en medio de la molicie y que a duras penas podemos subsistir sin cometer un delito.
A la vez comprobamos que lejos, allí recogidas y guardadas, no pueden ejercer los actos contrarios a la ley habituales en la sociedad.
Encerradas se pueden reeducar para que en el momento que salgan a la calle su nivel de competencia haya mejorado y pueda jugar de igual a igual con quienes se encuentren de nuevo en la sociedad y está más que demostrado que salen con más preparación al volver del encierro.
Las cárceles en algunos momentos también sirven para encerrar a los oponentes en el mundo de la política. Aquellas ideas que si acaso pudieran traer mejores planteamientos para devenir social para que allí encerradas no se infecten del ambiente político que hay en la sociedad.
La situación en las entrañas de los mundos en que vivimos es tan temible que a veces a algunas personas las encierran preventivamente sin saber si han tenido buenas conductas y contrarias a los sociales.
Quizás socialmente valdría más que abandonáramos esta estrategia de seguridad social tan costosa para la sociedad como es la cárcel e invirtiéramos y gastáramos ese dinero en mejorar las condiciones de vida en la propia sociedad y lográramos superar las injusticias para no tener que meter a nadie por su seguridad entre cuatro paredes.
58. Somos antimilitaristas.
Hay cosas que son absolutamente incomprensibles por mucho que nos las expliquen mil veces e incluso a pesar de vivir inmersos en ellas.
Por ejemplo la existencia de los ejércitos y la conciencia militar.
Y si son difíciles de entender es porque son difíciles de explicar.
Quizás lo que es difícil de explicar sea porque tiene poco sentido.
Quizás si hacemos preguntas sencillas alguien las sabrá contestar.
¿Para qué le sirve a la sociedad civil mantener unos ejércitos, una estructura militar que consumen una parte importante de la calidad de vida de sus ciudadanos, en ocasiones en situaciones de miseria, y que a la larga su voluntad se queda a pairo de lo que los ejércitos decidan en cualquier rato incluso si se dirige en contra de ella…?
¿Por qué hemos de mantener a unos profesionales cuyo principal argumento es que para estar en paz hay que estar preparados para la guerra cuando esa paz ficticia la garantizan ellos con la guerra…?
¿Cómo se pueden justificar la existencia de los ejércitos si son la máxima expresión de: xenofobia, sexismo, homofobia, jerarquización, sumisión, dominación, opresión, dependencia y patriotismo rancio que existen en la sociedad, a los que con normalidad y orgullo representa y con los que fomenta los presagios que desembocan en la guerra…?
¿Cuándo seremos capaces de empezar a construir una sociedad en las que no sean necesarias la fuerzas armadas y ni siquiera fuerzas de seguridad que solamente son la muestra de lo que tiene el Estado para defenderse, solo y si es preciso de la población que lo sostiene…?
Lo militar y su esencia son los pilares que soporta el sistema en el que vivimos y son de esas entelequias desconocidas que nunca se cuestionan ni se permiten cuestionar en serio porque los ejércitos son instituciones que quieren servir para mantener la paz con la licencia de tirar a matar y soltar bombas sobre las casas donde vive la gente.
Nuestra oposición al militarismo, a los ejércitos y a la guerra implica la defensa de valores como son: negar en todo caso el uso de la fuerza de las armas, alentar la democracia participativa y mediadora, potenciar el apoyo mutuo y el necesario diálogo entre las personas y sociedades, imprescindibles para una convivencia en paz.
51. La ecología humana.
Dentro de ese concepto de Ecología que trata de la relación de quienes viven en la misma casa en realidad lo que nos interesa es la ecología humana. Esos mismos conceptos que entendemos para todos los ecosistemas se han creado en las entrañas de la especie humana y con la excusa de la calidad de vida del género humano se han vuelto contra la naturaleza y por lo tanto contra el propio género humano.
La ecología humana localiza las raíces de la crisis ecológica en las relaciones de poder entre las personas. La dominación de la naturaleza en el caso de la especie hemos de entenderla como un producto de la dominación "del hombre por el hombre". Como ecologistas hemos de consideran esencial atacar las jerarquías y a la civilización como tal.
Proponemos desde ASANBLADA SOCIAL Y POLÍTICA un cambio profundo en la forma de las relaciones sociales y en el entorno ambiental de la convivencia cotidiana sin alharacas ni ruidos.
Este es una aspecto del ecologismo que hemos de estructurar especialmente en torno a la socialización de la personas sin estridencias, frente a la dialéctica actual de socialización alrededor de grandes eventos y acontecimientos a los que se nos llama como si fuéramos los animales de un rebaño en lo que lo importante es el número de cabezas.
La ecología humana es una tentativa de ampliar el horizonte de lo que hace décadas desde la izquierda fue imposible. La ecología humana es una extensión hacia una esfera más amplia de intereses humanos, en este período de descomposición de las clases sociales, en el que se ha de reconocer que el capitalismo ha producido nuevas transformaciones.
Los nuevos retos que generan estos cambios sociales no concurren con la división de clases tradicionales cuyas preocupaciones relativas a la guerra y la paz, el medio ambiente y nuevas tecnologías no difieren. Rechazamos los sistemas de control humano tanto del capitalismo como de viejos modelos del marxismo más ortodoxo y estalinista y hacemos propuestas de nuevas formas en la programática y práctica política.
Además, desde este concepto de ecología humana consideramos implementar en nuestro entorno todas las proclamas y declaraciones generadas en el ámbito mundial sobre los derechos humanos.
50. La ecología política.
El entorno de la vida humana en realidad es el hábitat político en el que estamos y la calidad de vida que nos aporta si valoramos:
- La igualdad jurídica y políticas de las personas.
- El respeto de las libertades y de los derechos humanos.
- El entramado institucional y jurisdiccional que nos acomoda.
- La información y democratización existente en la sociedad.
Todos estos aspectos están relacionados con la ecología política.
En cuanto a la creación y mantenimiento de un buen hábitat político creemos que desde la perspectiva del ecologismo tal y como lo entendemos, hemos de mantener una postura que defienda la necesidad de hacer modificaciones significativas en las estructuras de todos los estados del mundo construidos en el sentido convencional para iniciar un cambio radical en la que hemos de modificar significativamente:
- Las superestructuras selváticas que persistentes se agigantan.
- La inapelabilidad de la clase política y burocrática en la sombra.
- La toma de decisiones por encima de la voluntad de la gente.
- La verborrea incompresible que emana de su entramado legal.
- El desprecio políticos por los llamados tercer y cuarto mundo.
Podemos entender nuestro concepto de ecología política si lo inspiramos en filosofías comunes como el socialismo descentralizador, no burocrático, no autoritario y no productivista, el socialismo utópico y algunas corrientes anarquistas y libertarias.
Desde esta idea de Ecología política y desde aquí, queremos promover un movimiento político y cultural basado en la defensa de los derechos humanos y en la democracia participativa y no representativa.
Trataremos de reforzar el poder de las personas frente al crecimiento del poder del Estado y de las organizaciones y tratados supranacionales y de los monopolios económicos transnacionales.
Desde la ecología política también habremos de expresar un nuevo horizonte y desarrollaremos intereses por las cuestiones generales con una coherencia teórica y una significación política. Aunque tengamos puntos en común será difícil identificar nuestra ecología política con los conceptos clásicos de izquierda o derecha de la política convencional.
49. Somos ecologistas.
El sistema económico considera a quienes practican la ecología como unos de sus principales enemigos. La idea la han propagado en muchos ambientes sobre todo lo que se refiere al término ecologista hasta llegar a ser odiados por la población y paradójicamente sobre todo por aquella población que vive de los frutos de la naturaleza.
Los ecologistas que se han convertido en los cabezas de turco del sistema porque sus reflexiones en el fondo torpedean la línea de flotación en las que se basa sus estructuras en cuanto la productividad, el consumo, los costes, el crecimiento y más todavía: en cuanto se hace referencia desde el ecologismo a la ecología entre quienes viven en la sociedad y en las estructuras políticas y entre las relaciones humanas.
Aun así, o quizás por estas razones somos ecologistas.
- Sabemos que con algunas decisiones humanas estamos deteriorando la vida del planeta de manera inexorable e irremediable.
- A la vez sabemos que la organización política del mundo es un desastre que causa millones de muertos con miseria, hambre y guerras.
- El pervivir de las personas en la tierra se consigue a base de mucho dolor y miseria, sobre todo el que se hacen las unas a las otras.
Ser ecologista es sencillo si lo somos de palabra, la ecología llevada a la práctica individual y colectivamente es un problema mayor.
Porque la tierra es el hogar de millones de especies haremos una defensa pura del ecologismo desde la prioridad a los ecosistemas y a las especies sobre los individuos sean humanos o de otras diversidades.
El ecologismo lo defendemos como una herramienta para llegar a satisfacer todas las necesidades humanas. Como ecologistas tendremos implícita actitud crítica, y propondremos la necesidad de reformas legales y de concienciación en todos los ámbitos políticos económicos y sociales para que todas las necesidades humanas sean atendidas.
Queriendo ser ecologistas, considerando que la Humanidad es una parte de la Naturaleza, mantendremos un compromiso para mantener la salud del ser humano en equilibrio con los ecosistemas naturales.
Una tierra que tiene al menos otros quinientos millones de años de vida y que la tenemos que tener siempre en buen estado.
48. Qué es la ecología…?
La ecología término griego viene a significar el cuidado de la casa.
Estudia la relación entre quienes viven en la casa y la casa misma.
Entiende de la interacción de los seres vivos con su entorno.
La ecología viene determinada casi siempre por el paso del tiempo que afecta a las condiciones del planeta tierra y las inclemencias y accidentes naturales que también modifican las ambientes esta nuestra casa en momentos determinados. Estos aspectos son inapelables.
Desde que dios no creó un día los planetas, ni en otro día sembró las plantas y otro preñó a los animales y en el penúltimo creó al hombre, sino que las condiciones en las que vivimos en el planeta tierra son producto de una evolución del continente y del contenido, condiciones que se ha conformado durante más de cuatro mil millones de años en la que se han ido creando infinidad de ecosistemas y en la que el hombre ha tenido poco influencia, es desde la que planteamos la ECOLOGÍA.
Plantas y animales florecen solo cuando ciertas condiciones físicas están presentes en el ambiente y en ausencia de tales condiciones, las plantas y animales no pueden sobrevivir. Las condiciones de la evolución, la adaptación y la selección natural de las especies en la Tierra actualmente están siendo estipuladas por la intervención humana.
La ecología trata de calibrar y contener la influencia actual que tiene la actividad humana para el planeta y la vida en el planeta. Trata de las condiciones en las que viven o no pueden vivir las diferentes especies de plantas y seres vivos en la tierra, en el mar o en el aire, que muchas veces aunque están viviendo al margen de la actividad humana, los humanos estamos dictando su futuro y en ocasiones su extinción.
Es necesario encontrar los equilibrios de las relaciones entre la vida vegetal y animal con los factores abióticos tales como; la luz, la temperatura, el agua, el aire, el carbono y la condición de la atmósfera que bloquea la radiación solar y que resulta dañina para la Tierra.[][
Somos conscientes de que estamos deteriorando las condiciones de vida del planeta de una manera inexorable y que por ello hemos de tener presente la ECOLOGÍA en el desarrollo de nuestras ideas.
Esta es una de las premisas que hemos de cumplir sin excusa.
40. Somos una organización laica.
Toda la humanidad, cada cual en su casa, se ha educado en la única religión verdadera: la suya, la suya propia, la de sus progenitores, la de sus señores, la que ha se ha propagado por su tierra.
Hay muchos poderes y gentes que sustentan esos poderes que saben que todas las religiones son un invento pero que sirven para mantener el control social y gobernar las sociedades con guante de lana.
En su defensa las religiones mantienen que son el cobijo de mucha gente de buena voluntad que habita el planeta que llegan al punto de que la religión y su transcendencia pudiera ser le diera sentido a su vida y en el que encuentra el amparo y la protección que precisa para vivir.
Las religiones suponen un grupo de presión y de poder conformado a lo largo de los siglos que nada tiene que ver con dios y tiene influencia a nivel social y económico. En base a sus las creencias que doctrinan también nos las topamos en el ámbito de lo político donde su influencia es determinante: no hay estructura política que esté llamada a subsistir si a cambio no ofrece un explícito respeto cuando no pleitesía a la organización, tradición y pensamiento religioso de cada lugar.
Vivimos en una tierra en la que la religión, en este caso cristiana y católica, es la medida de todas las tradiciones y de casi todas las cosas que se practican para dar cohesión a la sociedad, no porque sea una buena medida, sino porque es un imperio que alimenta a muchas gentes.
Cada vez que ha habido grupos que han tratado de vivir en el laicismo, ateísmo o agnosticismo, las presiones de todo tipo que se han encontrado alrededor han conseguido que su influencia se restrinjan a círculos pequeños y privados y que son demonizados sin piedad.
Porque en realidad el hecho religioso jamás ha respetado a quienes no somos creyentes partiendo de la idea inicial sutilmente esparcida de que quienes no creemos en dios no podemos creer en nada ni en nadie.
Trabajaremos por ser un partido laico y porque la sociedad sea también laica sin tener en cuenta ni a dios ni al diablo sino porque hemos de impedir que una organización que propaga la falsedad y que con su propagación se alimenta y enriquece apelando a la pobreza no puede tener la dirección espiritual de las sociedades en las que vivimos.
28. Somos pacifistas.
Seguramente que la paz, sin duda un anhelo social sin discusión, es una de las mayores falacias con las que han convivido las distintas sociedades a lo largo de la historia y con la idea de la paz se han tapado y se encubren muchas situaciones de conflicto y muchas injusticias.
Vivimos en un mundo que gira por inercia envuelto en guerras de norte a sur de este a oeste. Guerra que se hacen por tierra, mar y aire, contra objetivos estratégicos y sobre población civil. Guerras a cielo abierto y de guerrillas urbanas a las que llaman terrorismo.
Muchas de estas guerras están solapadas con otros conflictos que si no son bélicos ni violentos sin embargo tienen unas condiciones de opresión y sometimiento a la población de sencilla concreción pero de una gran sutileza y en la que todos poderes están cambalachados.
Sin embargo, en la población se viven todas estas guerras en un estado de opinión en el que prima la situación de seguridad que se vive desde la hipocresía y bajo el estigma perverso de la paz.
Es curioso y se puede constatar que las instituciones que a lo largo de la historia más han predicado la paz en el mundo sean las religiones, que a la par han sido la espita de casi todas las guerras que han habido y lo siguen siendo sin que nadie quiera hacer nada por remediarlo.
También es importante entender que quienes son los responsables de las guerras, los ejércitos y las fuerzas de seguridad de los estados en todas las constituciones se hacen garantes de paz con aquello que vende de que si quieres la paz prepárate para guerra, prepárate para someter y atemorizar a la población, prepárate para la paz de los muertos.
En realidad cuando se habla de paz en estos tiempos y en este mundo se está hablando de sometimiento a una parte de la población.
Todo esto no se puede vivir alimentando la sensación de seguridad y paz sino que por el contrario solamente se puede afrontar generando conflictos o sea atentando contra la paz y el orden establecido.
Ante tantas injusticias no podemos ser gentes paz.
Somos gentes de estar alerta y de hacer frente a tanto desafuero.
No tenemos más armas que nuestras manos y nuestra voluntad.
Quizás solamente seamos gentes de bien y de ideas claras.
27. Somos feministas.
Hay muchas formas de entender el feminismo sin que sea preciso saber el sexo de quienes hemos escrito esta respuesta, una conjunción ideológica en la que todo tiene cabida, entre otras cosas porque desde el propio feminismo se critica el valor que se otorga al sexo en la edificación social del mundo para desde la igualdad vivir en igualdad.
Somos feministas porque reivindicamos los derechos de las mujeres y la igualdad social y política entre los hombres y las mujeres y por lo tanto tratamos de cambiar desde la raíz el mundo.
Ser feminista implica prender todas las desigualdades y opresiones que ha habido en el mundo y todas las que todavía existen y romperlas en mil pedazos mirando al futuro con esperanza.
Ser feminista es estar con las personas más débiles y oprimidas.
Entendemos el feminismo en contraposición con el machismo tránsito por hombres y mujeres como consecuencia de las estructuras del patriarcado siendo la esencia profunda de la cultura de nuestra actual civilización. El patriarcado es la fuerza a derrumbar para que la humanidad avance en la igualdad con la creación de una estructura social más habitable para todas las personas y para el planeta.
Desde el feminismo no imitaremos los mismos hábitos y actitudes de la cultura patriarcal. Mucho menos si son las de los peores hombres, que es en lo que precisamente se concreta en el patriarcado: en la dominación. Pensamos que es imprescindible se cuestione el capitalismo que utiliza a la mujer como pieza elemental y definitiva por su labor dentro y fuera del hogar y por el papel que juega en el sistema económico y social en el que vivimos.
Somos feministas porque creemos que hay que derrocar los principios con los que se ha mantenido el patriarcado: el principio de autoridad, de superioridad y de preponderancia del hombre sobre la mujer y sobre las razas y los pueblos para arrancarles sus derechos.
Somos feministas porque repelemos al adoctrinamiento cultural.
En esta situación, hemos de buscar el diálogo con sencillez y generosidad: si los hombres no alientan el feminismo no haremos más que guardar las estructuras que tanto les benefician y privilegian.
24. Somos republicanos.
Esta es la única pregunta que no merece respuesta. Cuando se hace en realidad ofende a quienes decimos que queremos una sociedad más igualitaria, democrática y justa, se ofende a la inteligencia colectiva.
En esta tierra que al parecer ha sido gobernada por reyes desde la prehistoria solamente ha habido dos pequeños espacios históricos en lo que han tratado de germinar la república como forma de gobierno. Dos momento que en su incipiencia no pudieron mantenerse contra las fuerzas que siempre han dominado esta tierra con espadas nobles y santos crucifijos alimentadas con lo peor que tiene esta tierra el atraso secular y la ignorancia.
Ambos proyectos republicamos surgieron en su tiempo desde la necesidad imperiosa de modernizar el Estado en todas sus facetas y los acabaron con sendos pronunciamientos militares y devolviendo al poder a los Borbones a quienes al parecer hay quienes les deben la vida.
La Primera República proclamada el 11 de febrero de 1873, y que pervivió hasta el 29 de diciembre de 1874, cuando un pronunciamiento del general Martínez Campos y dio comienzo a la restauración de la monarquía borbónica.
El 14 de abril de 1931, fue la proclamación de la Segunda República en sustitución de la monarquía de Alfonso XIII, y dejó de existir el 1 de abril de 1939 fecha del final de la guerra que sobrevino al Glorioso movimiento nacional promovido por los generales Mola y Franco. La sustituyó la dictadura franquista que para su propio sostenimiento siguió denominándose reino y que en definitiva se renovó con la instauración del reinado de Juan Carlos de Borbón y Palma.
Quienes aquí estamos nos consideramos partícipes de la herencia de dignidad que dejan aquellas dos Repúblicas de su reivindicación de: igualdad, democracia y justicia y propugnamos una idea de inteligencia colectiva en la que difícilmente pueden caber otras herencias familiares.
Estas reivindicaciones las contemplamos con anhelos reales de solidaridad y fraternidad entre todas las gentes. Y tratamos por todos los medios apartar la mentira y la hipocresía que soportan el actual estado de cosas y mantiene derechos especiales para las castas eternas.
23. Qué es el derecho a decidir.
Quizás esta sea la madre de todos los derechos políticos si hacemos referencia a la posibilidad de intervenir en la política en democracia, que es en realidad lo que significa política y democracia: decidir cómo ha de ser y serán las cosas de la mayoría.
Es el derecho a decidir sobre las grandes cosas que nos afectan en la vida cotidiana y que casi siempre dirigen nuestro futuro, cuánto más importantes más derecho, y que están vetadas por los poderes políticos.
El derecho a romper la caja en la que se dice que están las cosas sagradas y sacramentales y que la población no las puede tocar porque no está preparada para tocarlas y no sabría cómo hacerlo… y porque además no se pueden tocar aunque se quiera.
El derecho a decidir sobre aquellas cosas que nadie sabe por qué se deciden ni se sabe claramente a quién benefician y que sin embargo las deciden por encima de las nubes unos señores que casi siempre salen pintados de negro a altas horas de la madrugada.
El derecho a que no se haga una caricatura de este derecho a decidir, cuando se saca a la calle para decidir cosas sin sentido y que a muchas personas llegan a avergonzar.
Posiblemente el derecho a decidir de esta manera nada tenga que ver con el derecho al voto tal y como se entienden estas democracias representativas en las que priva una oscuridad disciplinada entre las bambalina de la burocracia, en la nadie sabe finalmente quien decide aunque se haga con luces y taquigrafía.
El Estado cuando practica esta idea de que sea el pueblo el que decida lo llama referéndum, que no quiere decir que decida sino que refrenda lo que los poderes político instituidos ya han decidido y por si acaso hacen que su resultado no sea vinculante. Es el derecho a decidir que no se permite más que cuando el poder de Estado tiene la seguridad que lo va a ganar y puede darse el pegote.
Es derecho a decidir significa también el derecho a la información necesaria para poder decidir. Una confrontación de pareceres que no podemos confundir con la manipulación, la propaganda y la demagogia a la que está afecta la población a todas horas del día.