Sobre las movilizaciones que se están generando en torno a las pensiones todo es un discurso difícilmente de concretar y en el que hay muchos aspectos que no se dicen y que en muchos casos se ocultan.

Por ejemplo cosas que están sucediendo estos días:

• Desde los estertores del último gobierno del PSOE, las pensiones de jubilación pueden ser embargadas por los impagados existentes entre los jubilados casi siempre por avales financieros a sus vástagos.

• Muchos jubilados, por muchas causas casi todas financieras, cobraban su pensión en una cuenta en la que no aparecía su nombre. Desde el Ministerio de Trabajo se decidió que las transferencias de las pensiones solo llegarían a cuentas en las que fuera titular el receptor.

• Otros pensionistas cobraban sus pensiones en mano, quizás para esquivar algunas adversidades. Desde el Ministerio de Hacienda se ha decido que ya no se puede cobrar en mano, que hay que tener una cuenta bancaria con titularidad del receptor de la pensión.

  Son los problemas quien no se termina de jubilar del todo.

Ese argumento de que ya trabajaron y cotizaron se sostiene porque en realidad las pensiones sirven al poder para la compra de voluntades de una generación que tiene poca y que es aquella que dejó a Franco que muriera en la cama y que no ha querido quitarse las escamas del franquismo en su manera de entender la vida y oculta otras realidades:

• Los que más han trabajo hicieron durante su vida laboral, son los que menos cobran ahora y los que han de sostener a sus descendientes.

• Los que han tenido un mejor trabajo con más derechos y más defensas por su condición son los que más cobran y tienen otras rentas.

• En términos medios quienes tienen una pensión media alta van a cobrar en término reales dos o tres lo que pagaron.

• Las prejubilaciones y las jubilaciones a la carta también se ha llevado cantidades ingentes por las que nunca se había cotizado.

¿Cómo es posible tantas manifestaciones y tanta participación en la las manifestaciones si luego la gran mayoría de los que van seguirán votado a los que votaron antes, a los que no se plantean bajo ningún concepto cambiar el sistema ni siquiera para mejorarlo un poco…?

El volumen de las rentas para que las personas mayores puedan subsistir en su vida cotidiana ha de subir en su conjunto al menos en la misma proporción de las personas que se suman a este derecho.

• Las pensiones más altas, aquellas que disfrutan las personas mayores que han tenido los mejores trabajos, los mejor remunerados y los que menos han consumido de la parte física de la personas, tendrían que tener un crecimiento menor que vegetativo.

• Las pensiones más bajas aquellas que disfrutan las personas mayores que han tenido los peores trabajos, los más precarios y en los que el esfuerzo físico las ha minado, tendrían que tener un crecimiento mayor y calculado de tal manera de que en una generación se acercara al de las rentas más altas y ambas se igualaran.

• Independientemente de cuanto se haya cotizado por el trabajo que se ha realizado en la vida, a pensión de jubilación tendría que surtir sus efectos en el mismo día que se tiene la edad establecida o se presenta una incapacidad para trabajar.

   

Ahora se dan circunstancias que hacen más desigual la realidad:

• Las personas mayores con mejores pensiones públicas son aquellas que a lo largo de su vida han podido disponer de activos inmobiliarios o financieros para que le proveyeran luego una mejora de su pensión,

• Las personas con pensiones exiguas, en su vida, nunca han podido, aunque lo hayan intentado, tener un algo que mejorara su pensión.

Las rentas para vivir tienen que quedar fuera de la filosofía y de las condiciones de un sistema que en definitiva no hace más que reproducir con más gravedad e inquina el mismo esquema desigual e injusto que se han sucedido en la vida laboral de las personas. Unas rentas que no tengan que ver con la edad, la disposición a trabajar, ni trabajar siquiera.  Hacer con la implantación de una renta de vida para toda la población el derecho con el que se salte el vacío que hay entre los últimos años de vida laboral sin trabajo y la jubilaciónLos planes de pensiones y de jubilación privados han de quedar al margen de cualquier planteamiento social y económico que se haga en una reconversión del sistema público de pensiones a medio plazo.

Sin ninguna duda: NO es viable ni se puede mantener en el tiempo.

El primer sistema de pensiones se ideó a principios de siglo y era el llamado de la perra gorda que no era un sistema contributivo sino que generaba un derecho al trabajador en la vejez con un pago simbólico.

Luego el sistema se transformó en el sistema de la seguridad social que englobaba otros muchos conceptos afectos a los derechos sociales. Llegó un día en el que se hubieron de desgajar: las contingencias comunes, porque era inviable contenerlos dentro de unos parámetros económicos en los que sólo se le exigía aportaciones al factor trabajo.

Ahora es un sistema directamente contributivo desde el que se supone que cada persona cobra en función de lo que haya cotizado a lo largo de su vida. Una bolsa con las cotizaciones que quedan en reserva garantiza el sistema. Nada más lejano de la realidad porque cada jubilación viene a cobrar de dos a cuatro veces más que lo que ha pagado. Nada más que esta premisa hace absolutamente inviable al sistema, y lleva décadas de engaño con la pirámide de población.

Y no es viable porque el sistema está lleno de trampas por todas las parte, pero sobretodo es inviable porque es un sistema injusto y más todavía conociendo como ha sido su aplicación y desarrollo.

La práctica ha tenido algunas características muy generalizadas:

• Sirve a la compra de voluntades de una población que tiene poca.

• Los que más han trabajo hicieron, son los que menos cobran.

• Los que han tenido un mejor trabajo son los que más cobran.

• Media población no tienen derecho ni a la mitad de la pensión.

• Una parte  es de partidas para las que no se ha contribuido.

• Las prejubilaciones también se ha llevado cantidades ingentes.

• Las jubilaciones preparadas en los últimos años de vida laboral.

Es muy fácil hacer demagogia y alimentar el engaño.

Es absolutamente necesario un cambio radical del sistema de pensiones para que más que viable sea justo. Estamos en el preámbulo de lo que será un día la abolición de las jubilaciones desde la idea de que las pensiones no las van a pagar: ni los políticos, ni los financieros, ni los bancos, ni los ricos, las jubilaciones las van a pagar los nietos.