39. El monumento a los caídos.
El monumento a los caídos fue construido por los vencedores de la guerra de 1936 auspiciada por el Glorioso movimiento nacional y en homenaje a sus héroes y a sus muertos.
Edificio clásico y austero creado como frontispicio al II Ensanche de Pamplona, tiempos de victoria, provoca una sensación de pesadez y desproporción. Una planta central en forma de cruz con una gran cúpula y un pórtico de columnas se eleva a dios en recuerdo de la Cruzada.
En día 2 de enero de 1952 luego de una entrada triunfal a Navarra desde la carretea nacional Nº1. El Jefe de Estado Francisco Franco era esperado en Pamplona en la placeta de la Iglesia de San Lorenzo por el Ayuntamiento en pleno con su grupo de danzas y la Comparsa de Gigantes y Cabezudos. Aquel día el militar criminal y dictador, venía a tomar posesión definitiva de Navarra y a inaugurar el templo.
Después de sesenta y seis años de ignominia y vergüenza, el pasado día 12 de Enero el Ayuntamiento de Pamplona abrió el debate sobre el futuro de la infamia con un concurso de ideas en el que caben todas las posibilidades desde el mantenimiento hasta la demolición.
Esta es la alternativa que presentamos:
El edificio representa la vergüenza de un pueblo que acogió al dictador porque sus autoridades entregaron la voluntad de la ciudad de Pamplona con las simpatías y aplausos que procuraron las armas
Las piedras de sillería, pizarras y mármoles con los que fue construido ese edificio, aunque fueran austeras, fueron labradas con la dignidad de la sangre republicana. Esas piedras hay que respetarlas.
Hay que desmontar el edificio piedra por piedra y hacer un inventario de las piedras que se han desmontado. De esta manera abrir una ventana por la que desde el centro de Pamplona se vea Navarra
Con las piedras recuperadas levantar otro monumento que solamente sirva para el recuerdo de los perdedores y al que no se le dé ninguna otra utilidad salvo el solaz, la tranquilidad y la reflexión.
El lugar en el que colocaran las piedras sujetas por su propia esencia pudiera ser el solar donde estuvo emplazada durante más de cien años la cárcel de Pamplona, casa de grandes perdedores.